viernes, 30 de octubre de 2009

Paz y no Violencia

Trato y trato de evitar todo el mal en mí , sin mas remedio con mi vida recibí

ayer se oscureció mi vida con tu mentira, ayer se aclaro mi verdad de tu partida,

no quise ver el mal que me hacías, no logre evitar aquella oscuridad que otorgabas,

ni tampoco sacar de mi mente aquel golpe que me dabas,

el tiempo pasa y yo caigo rendida en tu juego, día tras día sigo perdida en aquel lugar de miserias,

el cual trato de compensar sin mirar hacia atrás,”quiero escapar”.

La mañana se vuelve gris luego de aquel tormento,

una tranquilidad inunda mi pecho pero el dolor sigue ardiendo,

porque e de vivir de la manera en la que me encuentro,

no logro explicación alguna del estado que lamento,

algunos dicen que me encuentro ciega al no dejarte,

pero no saben lo que dicen, me siento feliz con mi yo,

el que me ayuda en mis momentos para culminarme,

el que me ayuda cuando todo se vuelve oscuro y el dolor vuelve a mi,

un día quise valorar mis acciones y enfrentar esa muralla,

no falto un soplido para acabar con mi aliento de superación,

solo un grito basto para terminarlo con una velada,

aquella noche volví a recibir el paso del dolor el cual quise olvidar por la humillación.

La oscuridad tomo nuevamente el poder sobre mí,

el miedo volvió a entrar en mi mente, como puede una mente tan enfermiza causar tanto daño en mi,

acaso el puede causar tal desembocadura en mi corriente,

tengo que hacer algo necesito ayuda, no aguanto mas,

mi vida poco a poco se va apagando sin nada más que evitar,

ojalá pudiera terminar con mi agonía solo eso deseo,

solo eso deseo para acabar con mi amargura, tu me entiendes? puedes liberar mi atadura?,

ojalá pudiera terminar con mi agonía solo eso deseo.

Otra vez despierto entre tus brazos ,

con el temor de que nuevamente apretaras tú lazo,

tus golpes son como el néctar de mí fallecer,

no quisiera sentir nuevamente el amargo amanecer,

al parecer solo vivo para tu oscuro placer,

si Tan solo supieras el mal que provocas en mí crecer.

la noche recae y es el momento de la lujuria,

siempre obtendrás de mí un llanto en ataduras,

las heridas se abren y cierran al roce de tus manos,

cierro los ojos y pienso en el día en que tú morirás,

y cuando los abro me veo ahí junto a tu detestable humanidad,

por favor no quiero ese amargo sabor, no me maltrates mas dejando ese horrible ardor,

un claustro es lo que vivo por tu amor, quiero respirar y dejar gritar mi ser que no aguanta el dolor,

Por favor no me des más de tu pasión, Solo déjame y ayúdame a encontrar mi salvación,

Tus caricias me rasgan la piel y niegan la verdad,

No me dejes caer mas con tus caricias no me hundas en esta oscuridad.



Daniel Quinteros.