domingo, 9 de mayo de 2010

La música se encuentra de fondo invitandome a pensar, imaginar, sentir...
En mi mente tus ojos, tu boca, tu voz aparecen
como un montaje diseñado para provocarme,
la denominada orgasmic music comienza a cumplir su cometido
y la adrenalina, y el extasis inician su recorrido a lo largo de mi piel.
Es tarde, hace frío pero esta danza embrujante
no quiere abandonar mis oidos, subo el volumen entro en mi mundo,
muerdo mis labios y me dejo llevar... Ya no importa la hora, el frío,
la droga, el alcohol, ahora sólo importa como el sonido de tu voz
traspasa las barreras y da de lleno en mi mente,
ya no es sólo tú música en mi, ahora eres tú hablandole a mi cuerpo.